“Morir joven siendo lo más viejo posible es nuestro mayor anhelo”. Para escribir sobre este tema me he inspirado en la charla Ted que ofreció Dan Buettner, periodista de Nattional Geographic basada en su libro, El secreto de las zonas azules.
Comienza diciendo que cuánto vivimos depende en un 90% de cómo vivimos y que tan sólo un 10% tiene que ver con nuestros genes.
Para ver exactamente qué factores son los más decisivos en una larga y saludable vida, Buettner y su equipo viajaron a los lugares del mundo con más centenarios. Cerdeña (Italia), Icaria (Grecia), Okinawa (Japón), Loma Linda (California, EEUU) y Nicoya (Costa Rica). Y de esa experiencia extrajeron nueve hábitos comunes que resumo aquí:
1. Moverse, pero de forma natural, por las actividades propias de la vida como las tareas del campo en la que se agachan y levantan cerca de un centenar de veces cada día, o realizar las labores del hogar utilizando menos electrodomésticos, barren en lugar de utilizar la aspiradora o muelen a mano…. Los desplazamientos los hacen caminando o en bici, dan paseos al sol… ese tipo de actividad física.
2. No se estresan, hacen altos a lo largo de la jornada para rezar, o descansar o echar una siesta. Mantenerse alejados del estrés se asocia con una mejor respuesta inmune, menor inflamación. En estos lugares no existen las prisas, las cosas se hacen relajadamente.
3. Buscar un sentido a la vida, un propósito, como los okiwanenses que hasta han acuñado un término, IKIGAI, para referirse a ese motivo por el que se levantan cada mañana.
4. Le dan mucha importancia a la familia y las relaciones sociales. Estos ancianos no pasan sus días pensando que acabaran solos en una residencia. En su cultura, los más jóvenes cuidan y respetan a sus mayores.
5. Pertenecer a la tribu correcta, tanto el optimismo como el pesimismo se contagian. Es importante rodearse de gente positiva y con buenos hábitos.
6. Comer con moderación, los okiwanenses por ejemplo comen hasta un 80% del límite, no se quedan con hambre pero tampoco comen hasta estar llenos.
7. Beber un poco de vino tinto es práctica común en Cerdeña e Icaria, y se le atribuyen propiedades antioxidantes por sus polifenoles como el resveratrol, así como beneficios cardiovasculares y efectos relajantes. ¡Eso sí, no más de 1 o 2 copitas al día!
8. Dieta basada fundamentalmente en vegetales de colores variados, algunas legumbres y pequeñas cantidades de proteína animal, salvo por los adventistas de Loma Linda que son vegetarianos, en Okinava comen pescado y algas, y en Cerdeña e Icaria, comen carne una vez por semana aproximadamente. Lo que es importante resaltar es que los alimentos son de producción local.
9. Pertenencia a una comunidad espiritual o religiosa. En estas culturas se ha observado como tener fe y un sentido de trascendencia más allá de uno mismo, dota de significado a la vida y promueve la longevidad.
Ya sabes, si quieres vivir 100 buenos años, procura dar sentido a tu vida, piensa en qué puedes aportar a tu entorno, muévete cada día, da paseos por el parque bajo el sol, come con moderación, y que la base de tu pirámide nutricional sea sobre todo vegetales variados preferiblemente de proximidad. Si te gusta el vino, toma una copita con la comida. Valora a tu familia y amigos, y rodéate de gente positiva y de buenas costumbres.
