QUÉ ES EL AYUNO INTERMITENTE Y QUÉ BENEFICIOS TIENE

Se nos ha dicho durante años que lo ideal era comer 5 veces al día pero esa teoría cada vez va cayendo más en desuso y lo que apunta la investigación y la ciencia es en una dirección opuesta. Tenemos una herencia biológica y genética que viene determinada por nuestros antepasados. Y cómo se alimentaban nuestros antepasados? desde luego no disponían de supermercados a la vuelta de la esquina las 24 horas del día. Los seres humanos estamos diseñados para movernos y buscar los alimentos, no para que nos caigan directamente a la cesta de la compra. Nuestro diseño evolutivo se ha forjado en un entorno de escasez alimentaria que nos obligaba al esfuerzo físico por conseguir el sustento (caza, pesca, recolección, siembra…). Comíamos cuando conseguíamos el alimento hasta saciarnos porque no era seguro cuando podríamos comer otra vez. El que en los últimos 50 años aproximadamente, nos hayamos vuelto mas sedentarios y sobrealimentados que nunca ha hecho que se disparen las enfermedades metabólicas y cardiovasculares como diabetes, obesidad, hipertensión, hiperlipidemias… El ayuno ha sido un mecanismo de sanación empleado desde la antigüedad. Cuando los seres vivos enfermamos, el apetito desaparece porque la energía que se aplica en la digestión y absorción de nutrientes ahora se concentra en la eliminación de patógenos y en la regeneración de los tejidos. Todos nos hemos sentido inapetentes en momentos de enfermedad, observa que les pasa a los niños o a los animales cuando están enfermos, que dejan de comer. Hay multitud de ayunos, más cortos, de varios días, de días alternos o de varias horas. Habría que analizar cual es el más indicado para cada uno. No todo el mundo puede realizar un ayuno de días y siempre es aconsejable consultarlo con un profesional de la salud.  El ayuno intermitente, se trata de la abstención de comida de forma voluntaria y controlada durante unas horas que pueden oscilar entre 13 y 20 horas al día, es decir que el tramo para ingerir alimentos sería en el caso más extremo de 4 horas, y en el caso más laxo de 11 horas. La versión que a mí personalmente más me gusta es la de saltarse la cena. Sería por ejemplo realizar desayuno, comida y pequeña merienda y no cenar, abriendo así una ventana de entre 13 a 16 horas de ayuno. Durante este tiempo puede ingerirse agua o infusiones. Normalmente el ayuno intermitente lleva implícito una reducción de la ingesta calórica porque la comida que te saltas no se compensa con raciones más copiosas. Y este hecho de por si también aporta muchos beneficios asociados a la salud. Hay multitud de estudios sobre los beneficios del ayuno y la restricción calórica con la ventaja de que detrás no hay intereses comerciales de alguna corporación o empresa que comercializa algún producto, por lo que estos estudios tienden a ser más objetivos. Algunos ejemplos: – https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26374764https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3946160/https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2645638/?fbclid=IwAR0KLNhhYQdp6Pn0QSjmnXPxVYWjV7ucuKhXHZffPLavGWU2KL66tVJrJc0 BENEFICIOS GENERALES DE LOS AYUNOS Y LA RESTRICCION CALORICA (extraído de diferentes estudios )

– Reducción de los niveles de insulina en sangre y mejora de la resistencia a la insulina lo que se traduce en un metabolismo más eficiente.

– Reducción de los niveles de LDL el llamado ¨colesterol malo¨

– Reducción de la tensión arterial y el pulso cardíaco.

– Disminución de los niveles de triglicéridos (grasas peligrosas que aumentan riesgo de trombosis y enfermedad coronaria)

– Reducción del peso y masa corporal grasa.

Protección frente a la neurodegeneración.

– Menor incidencia de cáncer.

– Aumento de la longevidad.

– Aumento de los niveles de BDNF (Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro). se trata de una proteína que mejora la función cognitiva, aumentando la supervivencia de las neuronas existentes, estimulando la síntesis de nuevas neuronas y mejorando la sinapsis o comunicación entre ellas.

– Activa la proteína Nrf2, encargada de regular procesos antioxidantes a través de la activación de ciertos genes que nos protegen del estrés oxidativo. Como conclusión diría que salvo que padezcas alguna patología que lo contraindique, (y si tienes alguna duda, pregunta a tu médico), te animes a probar las bondades del ayuno intermitente. No hay que realizarlo a diario, en principio conviene empezar poco a poco e irlo ajustando a las necesidades y condiciones de cada uno. Con incorporarlo dos o tres días por semana ya podrás apreciar sus beneficios.

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